domingo, 31 de marzo de 2013

El lenguaje inclusivo,una realidad que hay que asumir



A pesar de la existencia de una Resolución Ministerial que exige el uso del lenguaje inclusivo, hasta la fecha se continúa utilizando un lenguaje discriminatorio ocultando o subordinando la presencia femenina en las expresiones empleadas a diario.
El androcentrismo en el lenguaje es la ocultación o subordinación de la presencia femenina a la masculina.  Por lo general se  manifiesta en el empleo reiterado de voces masculinas en sentido genérico, excepto en actitudes, comportamientos, profesiones, etc. relacionados tradicionalmente con el género femenino.
Este tratamiento otorga a lo masculino la cualidad de universal, convirtiendo a lo femenino en diferente o excepcional, refuerza la presencia de género/sexo femenino, provoca ambigüedad  y que las mujeres ocupen un lugar provisional ante la lengua, así como imágenes mentales masculinas.
Por la importancia que tiene el lenguaje en la formación de la identidad social de las personas y en sus actitudes, esto ha motivado la necesidad de plantear la utilización de un lenguaje que incluya por igual a mujeres y hombres, eliminándose el uso del genérico masculino-con el que tradicionalmente  se ha nombrado también a las mujeres- para adoptar en su lugar expresiones que hacen referencia específicamente a mujeres y a hombres, visibilizando la existencia de ambos sexos o incluyendo las llamadas expresiones genéricas o colectivas, se trata del llamado lenguaje inclusivo.
El programa de Naciones Unidas para el desarrollo ha adoptado como política el uso de lenguaje sensible al género o lenguaje inclusivo, especialmente para referirse a grupos específicos de la población en condiciones de vulnerabilidad, por considerar que tanto el lenguaje como las imágenes inducen a la formación de entornos, influencian el comportamiento y  las actitudes y establecen relaciones de  poder o de discriminación, lo que significa que el lenguaje inclusivo es un indicador de avance en cuanto a equidad.
Se sugiere
En vez de
Los estudios sobre el ser humano
 Los estudios sobre elhombre
Si alguien percibe la realidad
Si uno percibe la realidad
Las demás personas se retiraron apenas comenzó a hablar.
Losdemás se retiraron apenas comenzó a hablar
La adolescencia
Losadolescentes
El pueblo peruano
Los peruanos
Las personas expertas
Los expertos
Sus amistades
Sus amigos
Tutoría
Los tutores
Jefatura de estudios
Jefe de estudios
La Familia Pérez López
El señor Juan Pérez y señora
(www.Lacasadelamujer.org)




Mercedes Bengoechea Bartolomé, sociolingüista y Decana de la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Alcalá, realizó un estudio en 1994 sobre la 21ª edición del diccionario de la Real Academia Española (RAE) para determinar su sexismo. Señalaba al respecto “El sexismo de la Academia es increíble. Ni a Emilia Pardo Bazán ni a María Moliner les dejaron entrar en la Academia porque era una sociedad de varones. Les falta conectar con el pueblo y afrontar una democratización interna”.
La sociedad española ha avanzado mucho desde entonces pero no parece que en la Real Academia de la Lengua suceda lo mismo. Veamos un ejemplo, en 1995, por encargo del Instituto Nacional de Empleo, Bengoechea participó en la elaboración de una guía de títulos profesionales que determinaba los femeninos, la RAE se negó a aceptarlos, hoy día son de uso común

Nosotras, como feministas, aspiramos a una sociedad de hombres y mujeres que sean personas, donde no quede rastro de los aspectos injustos del ser femenino y ser masculino que hemos conocido, de esos patrones que se basan en la opresión, el desprecio y la explotación hacia todo un grupo humano, las mujeres, y por subestimación de nuestra inteligencia, en realidad, hacia toda la especie.

La lucha por el lenguaje inclusivo es la lucha por usar un lenguaje más justo, menos violento, esto es, un lenguaje que no sea utilizado contra nadie como arma de exclusión y opresión en la sociedad. Intentar ser sensibles a usar un lenguaje menos machista y masculinista neutralizando los usos del masculino singular al sustituirlos por otras expresiones o por la inclusión también del femenino singular es un gesto democrático y civilizado, fundamental, como dejar de usar expresiones que podrían herir a grupos que tradicionalmente han sido maltratados, por ejemplo, gente con una sexualidad o con rasgos físicos distintos a los del grupo dominante.

"Por género se entiende una construcción simbólica que alude al conjunto de atributos socioculturales asignados a las personas a partir del sexo y que convierten la diferencia sexual en desigualdad social. La diferencia de género no es un rasgo biológico, sino una construcción mental y sociocultural que se ha elaborado históricamente. Por lo tanto, género no es equivalente a sexo; el primer término se refiere a una categoría sociológica y el segundo a una categoría biológica.
La importancia del concepto de género radica en hacer visible el supuesto ideológico que equipara las diferencias biológicas con la adscripción a determinados roles sociales. El concepto nació, precisamente, para poner de manifiesto una relación desigual entre los géneros (mujeres y hombres, entendidos como sujetos sociales y no como seres biológicos). Así surgieron losEstudios de Género que cuentan con una corta, pero intensa trayectoria como disciplina tanto en España como fuera de ella y que, si bien se han centrado en el papel social que se le ha atribuido y se le atribuye a las mujeres -dado que partieron del ámbito feminista-, ahora empiezan también a centrarse en el estudio del papel de los hombres como género. Afortunadamente, muchos hombres comienzan a estar interesados en desmontar la visión androcéntrica -por parcial, incompleta e injusta- que ha dominado todas las disciplinas humanas desde sus inicios hasta nuestros días: desde la filosofía y la historia, pasando por el arte, la literatura, la política, el derecho, la sociología, la psicología, la ciencia, etc., y, como no, la lingüística; y que ha impregnado el pasado y el presente del pensamiento “objetivo” y “subjetivo” de las personas y de las sociedades.
El lenguaje es una de las máximas expresiones de las ideas y del pensamiento humano y los conceptos que en él se encierran sirven para describir, encuadrar y comprender la realidad y, una vez fijados y establecidos, también afectan a la manera en que percibimos dicha realidad. En la práctica y metafóricamente hablando, el lenguaje puede ser masculino, femenino o neutro, depende de la perspectiva de género que adoptemos a la hora de hablarlo, limpiarlo, fijarlo y abrillantarlo.
La mayor violencia es el asesinato, pero también lo es silenciar a la mitad de la humanidad. Si antaño el revuelo feminista obligó a la Real Academia a revocar determinadas acepciones y a rebajar la testosterona del léxico, lo importante se ha quedado en los arrabales del concepto sin penetrar su centro. Lo políticamente correcto parece no haber transcendido el eje del discurso más allá del “compañeros y compañeras” y de hablar de “género humano” en lugar de “el hombre”, que, sospechosamente, la RAE en el Avance de su vigésima tercera edición se apresura ahora a enmendar, incluyendo por primera vez en el Diccionario la voz género humano, y definiéndola como “conjunto de todas las personas”, no sea que las feministas vengan ahora con reclamaciones aduciendo que existen desigualdades entre los dos géneros..."


-(La R.A.E. y el monopolio del género... gramatical
Chusa Lamarca Lapuente Lingüista






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